lunes, 8 de febrero de 2016

Francisco nos ayuda a Restaurar la Iglesia

Miguel Villela OFS Honduras
 
 
Francisco nos ayuda a Restaurar la Iglesia.

En la Leyenda de los Tres compañeros, una de las más antiguas biografías de san Francisco, se cuenta un hecho de una importancia especial para la vida del Pobrecillo y de sus primeros hermanos: “Antes de que Francisco se pusiera en camino hacia Roma, el Papa Inocencio III tuvo una visión en la que veía que la iglesia de San Juan de Letrán se desplomaba y que un hombre religioso, pobre y pequeño, la sostenía con sus propias fuerzas. Este sueño dejó al Papa atónito, preguntándose qué significaría tal visión. A los pocos días se presentó ante él Francisco y le expuso su plan de vida y le suplicó que le aprobara la Regla que había escrito con palabras sencillas, tomadas del Evangelio, a cuyo seguimiento aspiraba con todas sus fuerzas. Viéndolo el Papa tan fervoroso en el servicio de Dios y recordando su propio sueño, comenzó a decirse para sus adentros: "Verdaderamente éste es aquel varón religioso y santo por el que la Iglesia de Dios se levantará y se sostendrá". Acercándose el señor Papa a Francisco lo abrazó y le aprobó la Regla. Le dio también el permiso, lo mismo que a sus hermanos, para predicar la penitencia en todo el mundo. Francisco, por su parte, dio gracias a Dios y, puesto de rodillas, prometió humilde y devotamente al señor Papa obediencia y reverencia”.

Para que Francisco nos enseñe a cómo debemos Restaurar la Iglesia, primero debemos conocer un poco de su experiencia, de ese discernimiento y de ese encuentro que lo llevo a poder Restaurar la Iglesia, solo conociendo lo que el vivió, es que podremos aprender con El a Restaurar la Iglesia.

Y es que el ejemplo de Francisco, su forma de vida, su invitación a vivir el evangelio y su deseo de experimentar el amor de Dios y compartirlo con nuestros semejantes, sigue vigente en nuestra vida y toma hoy más que nunca importancia y realce.

Pero de qué forma Francisco Restauro la Iglesia y de qué forma puso sus hombros y su fuerza para sostenerla, será que tenía fuerzas sobrenaturales, será que tenía poderes mágicos o que fue lo que hizo para ser capaz de cumplir esta misión.

Sigamos las huellas de Francisco….

Paso 1

En primer lugar, hizo una pregunta a Nuestro Señor, una pregunta que encierra, sed, deseo, compromiso, confianza, humildad y amor.

¿Qué quieres que haga?

El Ser Humano fue creado a imagen y semejanza de Dios para mantener una amistad perpetua con Él y para entregar su vida a Su servicio y para la edificación del reino.

Pero el Ser humano, no es un ser absoluto que puede hacer lo que quiera en el momento que quiera, sino por el contrario esta llamado a pedir siempre la ayuda, la intervención divina y el discernimiento para tomar las decisiones correctas o elegir los caminos que lo llevan hacia ese encuentro intimo con la voluntad de Dios.

Si queremos aceptar la invitación de Nuestro Señor a restaurar la Iglesia, debemos preguntarle también nosotros Señor, ¿qué quieres que haga?, como quieres que comencemos.

Ahora que esto implica una renuncia a sí mismo, porque Dios siempre responde, lo que sucede es que la mayoría de las veces no recibimos la respuesta que nosotros queremos sino la que Dios quiere de nosotros.

Hacer esta pregunta implica un compromiso, una decisión y una disponibilidad, implica no pensar en las consecuencias y muchas veces renunciar o dejar de hacer las cosas que nos gustan pero que sabemos que están mal.

Esta pregunta también implica un abandono, una confianza total en la voluntad de Dios, Hágase en mí según tu palabra.

Cuantas veces nosotros en la vida le preguntamos a Dios que es lo que quiere de nosotros, cuantas veces acudimos a Dios en los momentos de tentación, en los momentos que se nos presentan oportunidades o negocios atractivos o en los momentos de dificultad.

Siendo sinceros ¿en que momento acudimos a Dios?

Este solo es el primer paso, estando dispuestos a continuar aceptando la misión de Restaurar la Iglesia junto con Francisco.

Pasó 2

La respuesta de Dios muchas veces es lenta, producto de su gran amor y misericordia que nos va preparando poco a poco para que cuando descubramos el tesoro seamos capaces de venderlo todo para comprar el terreno donde se encuentra.

Después de hacer la pregunta, Francisco se dio cuenta que la respuesta no iba a aparecer de la noche a la mañana, se dio cuenta que Dios primero necesita hacer una alianza con el hombre, necesita que el hombre se comunique con más frecuencia con El, que lo busque, que le hable, que establezca una relación íntima con El.

Y guiado por el espíritu santo descubrió que lo que tenía que hacer es dedicar momentos de su día para estar a solas con Su Señor y comenzó a buscar lugares donde pudiera comunicarse plenamente con Dios, comenzó a tener más y más experiencias de oración y de comunicación con Dios y se fue volviendo sensible a las respuestas que Dios le daba y que antes le pasaban desapercibidas.

Durante su vida experimentó varios momentos de éxtasis espiritual, muchos miraban que en ocasiones su cuerpo se levantaba, en otras lo llegaban a traer carros de fuego, etc.

Pregunto y nosotros los católicos, buscamos momentos para comunicarnos con Dios, ¿Qué tal está nuestra relación con Dios?, ¿seremos como el fariseo o como el publicano?

Como esta nuestra vida de oración, que tipo de oración hacemos, somos constantes en la oración o queremos que Dios nos dé y nos dé y muchas veces no somos capaces de pensar que a Él también le agrada que nos comuniquemos con El.

Opcional invitar a hacer el Padre Nuestro.

Pasó 3

A este punto francisco se dio cuenta que también necesitaba alimentarse con la palabra de Dios y aunque no era un experto o un sabio de carrera, comenzó a escudriñar la palabra de Dios, empezó a buscar en la palabra la respuesta a su pregunta, le interesó conocer la vida, el mensaje y la enseñanza de Nuestro Señor, como preguntarle qué quieres que haga a alguien que uno no conoce.

Y a través de la palabra el comenzó a sentir en su corazón que estaba encontrando la respuesta, comenzó a descubrir toda la historia de la salvación y el inmenso amor que Dios tiene por toda su creación.

Y nació su deseo de vivir el evangelio, su necesidad de alimentarse con el evangelio y con la palabra revelada.

Son dos pasajes del evangelio que más marcaron la vida de Francisco:

El mensaje de la misión.

El Sermón de la montaña: Las Bienaventuranzas

Y nosotros tendremos esa misma necesidad de ir al encuentro de la palabra, cual es el pasaje del evangelio o de la sagrada escritura en el que sentimos que Nuestro Señor nos revela la respuesta.

Los católicos nos alimentaremos a diario con la palabra de Dios que encontramos en la sagrada escritura y en todo libro inspirado aprobado por el magisterio de la Iglesia.

Pregunta: a este momento del tema todavía seguiremos con nuestros hombros dispuestos para sostener a la Iglesia, ¿estaremos haciendo lo necesario?, ¿estaremos haciendo todo lo que podemos?

Pasó 4

Creer, Conocer y Amar a Jesús Eucaristía, es una de las experiencias más grandes y hermosas de Francisco “y a nadie de nosotros quepa la menor duda de que ninguno puede ser salvado sino por las santas palabras y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, que los clérigos pronuncian, proclaman y administran”

Francisco era un fiel creyente de  la presencia real del Señor en el santísimo sacramento del altar, no perdía oportunidad de recibir la comunión, se gozaba al mirar cada momento de la consagración y de ser testigo cuando el cielo se une con la tierra en el milagro de la Transubstanciación.

Ved que diariamente viene a nosotros Él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre al altar en manos del sacerdote [...]. Al ver con los              ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente que es su cuerpo y sangre, viva y verdadera.

Juzgaba notable desprecio no oír cada día, a lo menos, una misa, pudiendo oírla. Comulgaba con frecuencia y con devoción tal, como para infundirla también en los demás.

Y nosotros viviremos igual que Francisco la misa, nos gozaremos durante la plegaria Eucarística, durante la Doxología, y nosotros creeremos firmemente en que es El Señor Jesucristo el que se hace presente en carne y sangre y que se ofrece nuevamente para el perdón de nuestros pecados y para nuestra salvación.

¿Cuál es la razón principal de mí ser católico?

Diremos como francisco Te adoramos, Señor Jesucristo también en todas tus iglesias que hay en el mundo entero y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo”

Paso 5

Donde está el hijo está la madre, Francisco fue un fiel devoto de nuestra bienaventurada madre y virgen María, en ella se inspiraba para ofrecerle su vida por completo a Nuestro Señor, anhelaba y pedía tener la confianza, el amor y la humildad de nuestra madre para dar respuesta al llamado de Nuestro Señor.

Ansiaba encontrarse al pie de la cruz de Nuestro Señor, ansiaba limpiar sus heridas, ansiaba estar ahí, acompañarlo, no dejarlo solo.

Deseaba estar en el grupo de los que llamaba El Señor: Estos son mi madre y mis hermanos, todos aquellos que siguen la voluntad de mi Padre. Anhelaba seguir el ejemplo de María.

Y para nosotros quien es la Virgen María, qué lugar ocupa en nuestra vida, es un escudo ante los protestantes o es esa madre siempre disponible, dispuesta a interceder ante su hijo porque a nosotros se nos ha acabado el vino.

Paso 6

Francisco en su proceso de conversión, llego a enamorarse tanto de Nuestro Señor, que amaba todas las criaturas creadas por El, miraba en todo lo que existe la mano del constructor del universo, el arquitecto de la creación, llegó a deleitarse con el solo canto de un pájaro, el mover de una hoja, el correr del agua en un rio o el brillo de las estrellas al llegar la noche.

Solo quien conoce al creador, puede amar sus obras

Francisco estaba convencido que todos los seres debían alabar a su Señor al son del arpa y de la citara.

Se volvió testigo de la presencia permanente y constante de Nuestro Señor en cada ser que habita en la tierra, en el agua o en el aire.

Llego a un nivel de considerar a todo ser como hermano, porque Dios es el padre de todo lo que existe.

Dios nos confió la administración de todo lo que existe, no para que nos vanagloriemos de lo que tenemos o solo para que lo utilicemos y lo desechemos, sino por el contrario, para que todos los seres juntos alabemos a Nuestro Creador.

Y nosotros le daremos gracias a Dios por el cantar de los pájaros, el salir del sol en la mañana, la lluvia que nos sorprende y nos moja por la tarde o continuamente nos pasaremos quejando porque el sol salió más tarde, porque el gallo mucho cacarea, etc.

¿Usted se considera hermano de todo lo creado por Dios? Se esfuerza por cuidar y proteger a sus hermanos de la creación o es de los que contribuyen al uso desordenado  y sin conciencia de todo lo creado.

Paso 7.

Solos no podemos, Dios vio que el hombre estaba solo y le creo la ayuda adecuada.

Francisco estaba consciente que solo no podía hacerlo todo y por eso da mucha importancia al vivir en fraternidad, a poner en práctica la enseñanza de amar al prójimo.

El hombre fue creado para vivir a compartir y a servir en comunidad.

Amarás a Dios con todas las fuerzas de tu alma, de tu mente y de tu corazón y amarás a tu prójimo como Dios te ama.

Francisco reconoció lo valioso e importante de vivir en fraternidad, de apoyarse mutuamente, de ser solidarios, de ser ese samaritano que atiende al desvalido, al necesitado del hogar, la importancia de orar juntos, de compartir con igualdad, siguiendo el llamado del evangelio de aquel que quiera ser el primero que sea el último.

Y para nosotros qué importancia tiene el compartir en fraternidad, de estar con nuestros hermanos en las buenas y en las malas.

Estaré participando con alegría y con voluntad en las reuniones de mi comunidad, pondré mis talentos al servicio de mis hermanos, estaré contribuyendo para que mi comunidad crezca y de los frutos que Nuestro Señor quiere, seré la vasija de barro dispuesta a dejarse moldear o seré el vaso de vidrio que con el primer resbalón se quiebra.

Paso 8

El encuentro con la dama pobreza y con la santa alegría.

Francisco se dio cuenta que para seguir a Nuestro Señor tenía que atender la invitación que le hacía al joven rico. Vende todo lo que tienes y sígueme.

Francisco comprendió que tenía que despojarse de todo, tenía que conocer y enamorarse de la dama pobreza de espíritu, soy un inútil siervo, soy un administrador que cuida los bienes del amo, nada me pertenece sino mis miserias y mis pecados.

No se puede servir a dos amos al mismo tiempo y al darse cuenta de esto, aprendió que de nada sirve tener sino se pone al servicio no cuando uno quiere sino cuando el que toca nuestra puerta a la medianoche nos lo pide.

La santa alegría no consiste en obtener todo lo que nosotros queremos sino consiste en dar con alegría aquello que nos cuesta más, en morir a nosotros mismos para que vivan los demás, consiste en cargar la cruz por el calvario y ser crucificado para la salvación de los demás.

Consiste en besar al leproso y sentir un sabor dulce aunque sepamos que es amargo.

Es darnos sin esperar recibir, es pedir primero por el hermano aunque nosotros mismos también tengamos necesidades.

El siervo de Dios que no se enoja ni se turba por cosa alguna, vive, en verdad, sin nada propio

La santa alegría consiste en dar el paso de pasar del evangelio a la vida y de la vida al evangelio.

No perdamos tiempo, porque la cosecha es grande y los cortadores son pocos, pidamos más cortadores a Nuestro Señor para que la cosecha se recoja a tiempo.

El Señor toca nuestra puerta levantémonos juntos a atender su llamado, a servir y a contribuir con alegría y con entusiasmo a la edificación del reino y pidamos que nos concede el privilegio de ser ese fermento, esa sal que condimenta el mundo, esa luz que brilla en las tinieblas.

El mundo necesita Católicos convencidos, católicos alegres, católicos orantes y católicos practicantes.

Sacudamos el polvo de nuestros zapatos no miremos atrás y caminemos de la mano de Francisco de Asís hacia ese encuentro con Nuestro Señor.

Estaremos listos para:

¿QUIÉN RESPONDERÁ A SU LLAMADA?

¿QUIÉN IRÁ EN SU NOMBRE?

¿QUIÉN TENDRÁ EL VALOR DE HABLAR DE CRISTO?

¿QUIÉN OFRECERÁ LO MEJOR DE SU VIDA POR EL SEÑOR Y SU IGLESIA?

¿QUIÉN ESTÁ DISPUESTO A SOSTENER, COMO FRANCISCO, LA IGLESIA?

 

AHORA ES EL MOMENTO DE PRONUNCIAR UN “SÍ”, UN “AQUÍ ESTOY”.

 

Que El Señor os de la Paz.

La bendición al hermano León.

¨Francisco nos ayuda a Restaurar la Iglesia¨.

 Paso 1 

¿Cómo Fraternidad/comunidad Que respuesta le daremos a Nuestro Señor cuando nos diga que es lo que quiere que hagamos? ¿Estaremos dispuestos a seguir su voluntad?

 

Paso 2

¿Cómo andará nuestra vida de oración?

¿Con que frecuencia estaremos comunicándonos con Nuestro Señor? ¿Estaremos incentivando con nuestro ejemplo y con nuestra vida a los hermanos de la Fraternidad/comunidad para que mejoren su vida de oración?

Paso 3

¿Qué lugar ocupa en nuestra vida la palabra del Señor?

¿Nos estaremos alimentando a diario con la palabra del Señor?

 

Paso 4

Cómo Católicos ¿Qué significa para nosotros La Eucaristía?

¿Qué podemos hacer en nuestra Fraternidad/comunidad para invitar más hermanos para que se alimente con el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor?

 

Paso 5

¿Quién es la virgen María para nosotros?

¿De qué forma estamos fomentando la devoción a Nuestra Madre santísima en nuestra Fraternidad/comunidad?

 

Paso 6

Como católicos ¿Estaremos fomentando el respeto y el cuidado por la naturaleza, haciendo un uso adecuado de todo lo creado por Dios?

¿Qué hemos hecho hasta ahora?

 

Paso 7

¿Cómo anda en la actualidad el caminar de nuestras Fraternidades/comunidades?

¿Les estamos dando la atención necesaria? ¿O podemos hacer más?

 

Paso 8

¿En nuestras Fraternidades/comunidades se estará fomentando la solidaridad con el más necesitado?

¿Qué obras de piedad o misericordia estamos poniendo en práctica en nuestra Fraternidad/comunidad?

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