Miguel Villela OFS Honduras
Francisco nos ayuda a Restaurar la Iglesia.
En la Leyenda de los Tres compañeros, una de
las más antiguas biografías de san Francisco, se cuenta un hecho de una
importancia especial para la vida del Pobrecillo y de sus primeros hermanos:
“Antes de que Francisco se pusiera en camino hacia Roma, el Papa Inocencio III
tuvo una visión en la que veía que la iglesia de San Juan de Letrán se
desplomaba y que un hombre religioso, pobre y pequeño, la sostenía con sus
propias fuerzas. Este sueño dejó al Papa atónito, preguntándose qué
significaría tal visión. A los pocos días se presentó ante él Francisco y le
expuso su plan de vida y le suplicó que le aprobara la Regla que había escrito
con palabras sencillas, tomadas del Evangelio, a cuyo seguimiento aspiraba con todas
sus fuerzas. Viéndolo el Papa tan fervoroso en el servicio de Dios y recordando
su propio sueño, comenzó a decirse para sus adentros: "Verdaderamente éste
es aquel varón religioso y santo por el que la Iglesia de Dios se levantará y
se sostendrá". Acercándose el señor Papa a Francisco lo abrazó y le aprobó
la Regla. Le dio también el permiso, lo mismo que a sus hermanos, para predicar
la penitencia en todo el mundo. Francisco, por su parte, dio gracias a Dios y,
puesto de rodillas, prometió humilde y devotamente al señor Papa obediencia y
reverencia”.
Para que Francisco nos enseñe a cómo debemos
Restaurar la Iglesia, primero debemos conocer un poco de su experiencia, de ese
discernimiento y de ese encuentro que lo llevo a poder Restaurar la Iglesia,
solo conociendo lo que el vivió, es que podremos aprender con El a Restaurar la
Iglesia.
Y es que el ejemplo de Francisco, su forma de
vida, su invitación a vivir el evangelio y su deseo de experimentar el amor de
Dios y compartirlo con nuestros semejantes, sigue vigente en nuestra vida y toma
hoy más que nunca importancia y realce.
Pero de qué forma Francisco Restauro la
Iglesia y de qué forma puso sus hombros y su fuerza para sostenerla, será que
tenía fuerzas sobrenaturales, será que tenía poderes mágicos o que fue lo que
hizo para ser capaz de cumplir esta misión.
Sigamos las huellas de Francisco….
Paso 1
En primer lugar, hizo una pregunta a Nuestro Señor, una pregunta que
encierra, sed, deseo, compromiso, confianza, humildad y amor.
¿Qué quieres que haga?
El Ser Humano fue creado a imagen y semejanza
de Dios para mantener una amistad perpetua con Él y para entregar su vida a Su
servicio y para la edificación del reino.
Pero el Ser humano, no es un ser absoluto que
puede hacer lo que quiera en el momento que quiera, sino por el contrario esta
llamado a pedir siempre la ayuda, la intervención divina y el discernimiento
para tomar las decisiones correctas o elegir los caminos que lo llevan hacia
ese encuentro intimo con la voluntad de Dios.
Si queremos aceptar la invitación de Nuestro
Señor a restaurar la Iglesia, debemos preguntarle también nosotros Señor, ¿qué
quieres que haga?, como quieres que comencemos.
Ahora que esto implica una renuncia a sí
mismo, porque Dios siempre responde, lo que sucede es que la mayoría de las
veces no recibimos la respuesta que nosotros queremos sino la que Dios quiere
de nosotros.
Hacer esta pregunta implica un compromiso,
una decisión y una disponibilidad, implica no pensar en las consecuencias y
muchas veces renunciar o dejar de hacer las cosas que nos gustan pero que
sabemos que están mal.
Esta pregunta también implica un abandono,
una confianza total en la voluntad de Dios, Hágase en mí según tu palabra.
Cuantas veces nosotros en la vida le
preguntamos a Dios que es lo que quiere de nosotros, cuantas veces acudimos a
Dios en los momentos de tentación, en los momentos que se nos presentan
oportunidades o negocios atractivos o en los momentos de dificultad.
Siendo sinceros ¿en que momento acudimos a
Dios?
Este solo es el primer paso, estando
dispuestos a continuar aceptando la misión de Restaurar la Iglesia junto con
Francisco.
Pasó 2
La respuesta de Dios muchas veces es lenta, producto de su gran amor y
misericordia que nos va preparando poco a poco para que cuando descubramos el tesoro
seamos capaces de venderlo todo para comprar el terreno donde se encuentra.
Después de hacer la pregunta, Francisco se
dio cuenta que la respuesta no iba a aparecer de la noche a la mañana, se dio
cuenta que Dios primero necesita hacer una alianza con el hombre, necesita que
el hombre se comunique con más frecuencia con El, que lo busque, que le hable,
que establezca una relación íntima con El.
Y guiado por el espíritu santo descubrió que
lo que tenía que hacer es dedicar momentos de su día para estar a solas con Su
Señor y comenzó a buscar lugares donde pudiera comunicarse plenamente con Dios,
comenzó a tener más y más experiencias de oración y de comunicación con Dios y
se fue volviendo sensible a las respuestas que Dios le daba y que antes le
pasaban desapercibidas.
Durante su vida experimentó varios momentos de
éxtasis espiritual, muchos miraban que en ocasiones su cuerpo se levantaba, en
otras lo llegaban a traer carros de fuego, etc.
Pregunto y nosotros los católicos, buscamos
momentos para comunicarnos con Dios, ¿Qué tal está nuestra relación con Dios?,
¿seremos como el fariseo o como el publicano?
Como esta nuestra vida de oración, que tipo
de oración hacemos, somos constantes en la oración o queremos que Dios nos dé y
nos dé y muchas veces no somos capaces de pensar que a Él también le agrada que
nos comuniquemos con El.
Opcional invitar a hacer el Padre Nuestro.
Pasó 3
A este punto francisco se dio cuenta que también necesitaba
alimentarse con la palabra de Dios y aunque no era un experto o un sabio de
carrera, comenzó a escudriñar la palabra de Dios, empezó a buscar en la palabra
la respuesta a su pregunta, le interesó conocer la vida, el mensaje y la enseñanza de Nuestro
Señor, como preguntarle qué quieres que haga a alguien que uno no conoce.
Y a través de la palabra el comenzó a sentir
en su corazón que estaba encontrando la respuesta, comenzó a descubrir toda la
historia de la salvación y el inmenso amor que Dios tiene por toda su creación.
Y nació su deseo de vivir el evangelio, su
necesidad de alimentarse con el evangelio y con la palabra revelada.
Son dos pasajes del evangelio que más
marcaron la vida de Francisco:
El mensaje de la
misión.
El Sermón de la
montaña: Las Bienaventuranzas
Y nosotros tendremos esa misma necesidad de
ir al encuentro de la palabra, cual es el pasaje del evangelio o de la sagrada
escritura en el que sentimos que Nuestro Señor nos revela la respuesta.
Los católicos nos alimentaremos a diario con
la palabra de Dios que encontramos en la sagrada escritura y en todo libro
inspirado aprobado por el magisterio de la Iglesia.
Pregunta: a este momento del tema todavía
seguiremos con nuestros hombros dispuestos para sostener a la Iglesia, ¿estaremos
haciendo lo necesario?, ¿estaremos haciendo todo lo que podemos?
Pasó 4
Creer, Conocer y Amar a Jesús Eucaristía, es una de las experiencias más grandes y
hermosas de Francisco “y a nadie de nosotros quepa la menor duda de que ninguno
puede ser salvado sino por las santas palabras y la sangre de nuestro Señor
Jesucristo, que los clérigos pronuncian, proclaman y administran”
Francisco era un fiel creyente de la presencia real del Señor en el santísimo
sacramento del altar, no perdía oportunidad de recibir la comunión, se gozaba
al mirar cada momento de la consagración y de ser testigo cuando el cielo se
une con la tierra en el milagro de la Transubstanciación.
Ved que diariamente
viene a nosotros Él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno
del Padre al altar en manos del sacerdote [...]. Al ver con los ojos corporales el pan y el vino,
veamos y creamos firmemente que es su cuerpo y sangre, viva y verdadera.
Juzgaba notable
desprecio no oír cada día, a lo menos, una misa, pudiendo oírla. Comulgaba con
frecuencia y con devoción tal, como para infundirla también en los demás.
Y nosotros
viviremos igual que Francisco la misa, nos gozaremos durante la plegaria Eucarística,
durante la Doxología, y nosotros creeremos firmemente en que es El Señor
Jesucristo el que se hace presente en carne y sangre y que se ofrece nuevamente
para el perdón de nuestros pecados y para nuestra salvación.
¿Cuál es la razón
principal de mí ser católico?
Diremos como
francisco Te adoramos, Señor Jesucristo también en todas tus iglesias que hay
en el mundo entero y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al
mundo”
Paso 5
Donde está el
hijo está la madre, Francisco fue un fiel devoto de
nuestra bienaventurada madre y virgen María, en ella se inspiraba para
ofrecerle su vida por completo a Nuestro Señor, anhelaba y pedía tener la
confianza, el amor y la humildad de nuestra madre para dar respuesta al llamado
de Nuestro Señor.
Ansiaba encontrarse
al pie de la cruz de Nuestro Señor, ansiaba limpiar sus heridas, ansiaba estar
ahí, acompañarlo, no dejarlo solo.
Deseaba estar en el
grupo de los que llamaba El Señor: Estos son mi madre y mis hermanos, todos
aquellos que siguen la voluntad de mi Padre. Anhelaba seguir el ejemplo de
María.
Y para nosotros
quien es la Virgen María, qué lugar ocupa en nuestra vida, es un escudo ante
los protestantes o es esa madre siempre disponible, dispuesta a interceder ante
su hijo porque a nosotros se nos ha acabado el vino.
Paso 6
Francisco en su
proceso de conversión, llego a enamorarse tanto de Nuestro Señor, que amaba
todas las criaturas creadas por El, miraba en todo lo
que existe la mano del constructor del universo, el arquitecto de la creación,
llegó a deleitarse con el solo canto de un pájaro, el mover de una hoja, el
correr del agua en un rio o el brillo de las estrellas al llegar la noche.
Solo quien conoce
al creador, puede amar sus obras
Francisco estaba
convencido que todos los seres debían alabar a su Señor al son del arpa y de la
citara.
Se volvió testigo
de la presencia permanente y constante de Nuestro Señor en cada ser que habita
en la tierra, en el agua o en el aire.
Llego a un nivel de
considerar a todo ser como hermano, porque Dios es el padre de todo lo que
existe.
Dios nos confió la
administración de todo lo que existe, no para que nos vanagloriemos de lo que
tenemos o solo para que lo utilicemos y lo desechemos, sino por el contrario,
para que todos los seres juntos alabemos a Nuestro Creador.
Y nosotros le
daremos gracias a Dios por el cantar de los pájaros, el salir del sol en la
mañana, la lluvia que nos sorprende y nos moja por la tarde o continuamente nos
pasaremos quejando porque el sol salió más tarde, porque el gallo mucho
cacarea, etc.
¿Usted se considera
hermano de todo lo creado por Dios? Se esfuerza por cuidar y proteger a sus
hermanos de la creación o es de los que contribuyen al uso desordenado y sin conciencia de todo lo creado.
Paso 7.
Solos no
podemos, Dios vio que el hombre estaba solo y le creo la ayuda adecuada.
Francisco estaba consciente
que solo no podía hacerlo todo y por eso da mucha importancia al vivir en
fraternidad, a poner en práctica la enseñanza de amar al prójimo.
El hombre fue
creado para vivir a compartir y a servir en comunidad.
Amarás a Dios con
todas las fuerzas de tu alma, de tu mente y de tu corazón y amarás a tu prójimo
como Dios te ama.
Francisco reconoció
lo valioso e importante de vivir en fraternidad, de apoyarse mutuamente, de ser
solidarios, de ser ese samaritano que atiende al desvalido, al necesitado del
hogar, la importancia de orar juntos, de compartir con igualdad, siguiendo el
llamado del evangelio de aquel que quiera ser el primero que sea el último.
Y para nosotros qué
importancia tiene el compartir en fraternidad, de estar con nuestros hermanos
en las buenas y en las malas.
Estaré participando
con alegría y con voluntad en las reuniones de mi comunidad, pondré mis
talentos al servicio de mis hermanos, estaré contribuyendo para que mi
comunidad crezca y de los frutos que Nuestro Señor quiere, seré la vasija de
barro dispuesta a dejarse moldear o seré el vaso de vidrio que con el primer resbalón
se quiebra.
Paso 8
El encuentro
con la dama pobreza y con la santa alegría.
Francisco se dio
cuenta que para seguir a Nuestro Señor tenía que atender la invitación que le hacía
al joven rico. Vende todo lo que tienes y sígueme.
Francisco comprendió
que tenía que despojarse de todo, tenía que conocer y enamorarse de la dama
pobreza de espíritu, soy un inútil siervo, soy un administrador que cuida los
bienes del amo, nada me pertenece sino mis miserias y mis pecados.
No se puede servir
a dos amos al mismo tiempo y al darse cuenta de esto, aprendió que de nada
sirve tener sino se pone al servicio no cuando uno quiere sino cuando el que
toca nuestra puerta a la medianoche nos lo pide.
La santa alegría no
consiste en obtener todo lo que nosotros queremos sino consiste en dar con
alegría aquello que nos cuesta más, en morir a nosotros mismos para que vivan
los demás, consiste en cargar la cruz por el calvario y ser crucificado para la
salvación de los demás.
Consiste en besar
al leproso y sentir un sabor dulce aunque sepamos que es amargo.
Es darnos sin
esperar recibir, es pedir primero por el hermano aunque nosotros mismos también
tengamos necesidades.
El siervo de Dios
que no se enoja ni se turba por cosa alguna, vive, en verdad, sin nada propio
La santa alegría consiste
en dar el paso de pasar del evangelio a la vida y de la vida al evangelio.
No perdamos tiempo,
porque la cosecha es grande y los cortadores son pocos, pidamos más cortadores
a Nuestro Señor para que la cosecha se recoja a tiempo.
El Señor toca nuestra
puerta levantémonos juntos a atender su llamado, a servir y a contribuir con
alegría y con entusiasmo a la edificación del reino y pidamos que nos concede
el privilegio de ser ese fermento, esa sal que condimenta el mundo, esa luz que
brilla en las tinieblas.
El mundo necesita Católicos
convencidos, católicos alegres, católicos orantes y católicos practicantes.
Sacudamos el polvo
de nuestros zapatos no miremos atrás y caminemos de la mano de Francisco de
Asís hacia ese encuentro con Nuestro Señor.
Estaremos listos
para:
¿QUIÉN
RESPONDERÁ A SU LLAMADA?
¿QUIÉN
IRÁ EN SU NOMBRE?
¿QUIÉN
TENDRÁ EL VALOR DE HABLAR DE CRISTO?
¿QUIÉN
OFRECERÁ LO MEJOR DE SU VIDA POR EL SEÑOR Y SU IGLESIA?
¿QUIÉN
ESTÁ DISPUESTO A SOSTENER, COMO FRANCISCO, LA IGLESIA?
AHORA ES EL
MOMENTO DE PRONUNCIAR UN “SÍ”, UN “AQUÍ
ESTOY”.
Que El Señor os de
la Paz.
La bendición al
hermano León.
¨Francisco nos
ayuda a Restaurar la Iglesia¨.
Paso 1
¿Cómo Fraternidad/comunidad
Que respuesta le daremos a Nuestro Señor cuando nos diga que es lo que quiere
que hagamos? ¿Estaremos dispuestos a seguir su voluntad?
Paso 2
¿Cómo andará nuestra vida de oración?
¿Con que frecuencia estaremos
comunicándonos con Nuestro Señor? ¿Estaremos incentivando con nuestro ejemplo y
con nuestra vida a los hermanos de la Fraternidad/comunidad para que mejoren su
vida de oración?
Paso 3
¿Qué lugar ocupa
en nuestra vida la palabra del Señor?
¿Nos estaremos
alimentando a diario con la palabra del Señor?
Paso 4
Cómo Católicos ¿Qué
significa para nosotros La Eucaristía?
¿Qué podemos
hacer en nuestra Fraternidad/comunidad para invitar más hermanos para que se
alimente con el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor?
Paso 5
¿Quién es la
virgen María para nosotros?
¿De qué forma
estamos fomentando la devoción a Nuestra Madre santísima en nuestra Fraternidad/comunidad?
Paso 6
Como católicos
¿Estaremos fomentando el respeto y el cuidado por la naturaleza, haciendo un
uso adecuado de todo lo creado por Dios?
¿Qué hemos hecho
hasta ahora?
Paso 7
¿Cómo anda en la
actualidad el caminar de nuestras Fraternidades/comunidades?
¿Les estamos
dando la atención necesaria? ¿O podemos hacer más?
Paso 8
¿En nuestras Fraternidades/comunidades
se estará fomentando la solidaridad con el más necesitado?
¿Qué obras de
piedad o misericordia estamos poniendo en práctica en nuestra Fraternidad/comunidad?
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