miércoles, 10 de febrero de 2016

Reflexión: Ante Jesús Sacramentado

Miguel Villela OFS Honduras
 
Hoy estamos ante ti Señor, conscientes que Tu estas con nosotros, presente en el Santísimo Sacramento del altar, creemos y sabemos que Tu eres el camino que como hijos tuyos debemos seguir en nuestra vida para ser hombres y mujeres de bien, de servicio y de caridad, dispuestos a que se haga siempre tu voluntad, a ejemplo de  nuestra madre santísima; sin temor a proclamar y expresar nuestro amor por Ti, confiados que cuando estemos cansados y agobiados de recorrer tu senda, Tu siempre estarás con nosotros para extendernos Tu mano, Tu abrazo y para darnos tu corazón con esa misericordia que solo puede provenir de Ti.
Permite Señor que estas emociones de gracia y de gozo que sentimos al estar ante Tu presencia, que no se vuelvan solo momentos, pequeños instantes en nuestra vida, Te necesitamos a todas horas del día, desde que sale el sol hasta el anochecer, porque a ti te buscamos, nuestra alma esta sedienta de ti, Si Señor Mío y Dios Mío, porque Tu eres nuestro refugio, solo en ti confiamos, si te tenemos a ti no nos hace falta nada.
Perdónanos Señor, porque la mayoría de las veces nos cuesta entender y aceptar las cosas que nos suceden al recorrer tu senda, se nos olvida esa hermosa invitación que nos hiciste, tu nos dijiste Aquel que quiera seguirme, que tome su cruz y que me siga, que pesada sentimos Señor esa cruz por nuestra falta de voluntad, por la falta de conocimiento de ti, danos fortaleza Señor para aceptar nuestra cruz, para aprender a darte gracias por lo bueno y por lo malo, por la felicidad y por el dolor, por el esfuerzo y por el sacrificio que comparado al tuyo es como un grano de mostaza, que ingratos somos Señor al presentarte nuestras quejas, tu no das mas cargas de las que podemos cargar, sabemos que tu carga es ligera y que tu yugo es llevadero.
No permitas Señor que nos alejemos de ti, en los momentos de prueba se tu nuestro sostén, A ti Señor nos dirigimos suplicantes, tu que eres nuestro consuelo, nuestro alivio,  tu que eres la fuente de la vida, el que beba de esa agua, ya no volverá a tener sed, sácianos con tu agua, aliméntanos con ese pan de verdad y de vida, muéstranos Señor tus caminos y danos la fe para mantenernos perseverantes, seguros que tu estarás con nosotros hasta el fin de los tiempos.
Enséñanos amarte a ti, a través de amar a nuestro hermanos, solo el que realmente ama es capaz de ofrecer su vida por otro, queremos aprender a morir a nosotros mismos, a nuestro egoísmo, a la critica, a la burla y a la envidia, enséñanos a amar a quien no nos ama, porque el amor viene de ti, porque tu eres amor y todo el que a ti te conoce, su fruto es el amor.
Que nunca nos cansemos Señor de buscarte en el tabernáculo divino, que nunca olvidemos que tu estas siempre esperándonos callado, sin hacer ruido, paciente pero siempre tocando a las puertas de nuestro corazón, dispuesto a escucharnos, a comprendernos y a perdonarnos, tu que dijiste al Padre, Perdónalos porque ellos no saben lo que hacen, haz dóciles Señor nuestras cerraduras, para que tu gracia sea siempre nuestra compañera y tus huellas el rastro que nos conduce a la vida eterna, porque Tu eres nuestra luz y nuestra Salvación.


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