Miguel Villela OFS Honduras
EL
AMOR…..El
amor no es amado!!!
Dios es amor, y quien
permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. (1 Jn 4,
16).
Vivimos en el mundo que
todo se comercializa, a todo se le busca un provecho y un beneficio y en
realidad esto no está mal, lo que sí está mal es que desconozcamos la razón, el
motivo que me impulsa hacer las cosas, que las hago porque las siento en mi
corazón, porque en mi interior hay algo que me impulsa hacer y actuar.
Solo en
Estados Unidos se gastan el día de hoy 18,900 millones de dólares, sin embargo
en este día han continuado los asesinatos, las persecuciones, los abortos, la escasez
de comida, etc.
Hace poco leía una
noticia sobre un joven que se había quitado la vida porque su novia no le
contesto un mensaje por whatsapp. Hoy en día corremos el riesgo de malinterpretar
el significado del amor y somos capaces de hacer lo que sea cuando nuestro amor
no es correspondido: Dañar o Denigrar a otra persona, Dañarnos a nosotros
mismos, etc.
Por lo que se conoce
como amor muchas personas están dispuestas a dar algo, sacrificar algo o perder
algo pero por motivos o razones egoístas, en la carta a la cuaresma el Papa
Francisco (bajo el lema “Misericordia
quiero y no sacrificio” Mt 9,13), nos impulsa a entrar en el misterio
del amor: ¿De dónde proviene?, ¿Qué me impulsa
amar? Y quizás lo más importante ¿Qué significa amar? o ¿Qué estoy dispuesto hacer por amor?
El día de hoy estamos
celebrando El día del Amor y la Amistad, El día de los enamorados, El día del
amor o el Día de San Valentín y quizás desconocemos ¿Cuál es el origen de esta celebración?,
¿Por qué se
dice que San Valentín es el patrono de los enamorados?
Nos enseña la tradición
que San Valentín pudo ser un sacerdote fiel a la Iglesia del 270 que murió martirizado bajo el imperio
de Claudio II porque desafió la prohibición del emperador que no quería que los
jóvenes se casaran para que fueran soldados más aguerridos, y casó a escondidas
a muchas parejas y además no quiso renunciar a su Fe.
El amor nos impulsa a
olvidarnos de nosotros mismos, de nuestra conveniencia, de lo que queremos y
nos impulsa hacer cosas que quizás no queremos hacer, pero que una fuerza en
nuestro interior nos impulsa hacer.
La Carta Encíclica ¨Deus Caritas Est¨, nos ayuda a encontrar
respuestas a estas interrogantes: No se comienza a ser cristiano por una
decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento,
con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una
orientación decisiva y a esto podemos agregarle no se comienza amar por un mero
instinto o una decisión, amar es dar respuesta a la experiencia de Dios en
nuestra vida: El amor a Dios impulsó a San Valentín y a
tantos santos y mártires, para mantenerse firme en la Fe a pesar de exponerse a
perder la vida.
El amor es más que un
sentimiento, una atracción o un deseo, es la unión total de la mente y del
cuerpo; el amor integra a la persona humana y la hace sentirse plena.
El amor verdadero es la
fusión del eros, del filio y del ágape en el amor verdadero: Tanto
amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en
él tengan vida eterna. (Jn. 3,16)
Otra enseñanza del
significado del amor, la podemos encontrar en (Lc 17,
33): El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la
pierda, la recobrará.
Es muy bonito citar la
sagrada escritura en tercera persona o relatar la enseñanza de Jesús, lo
complicado de esto es ¿Cómo llevarlo a la Praxis? ¿Cómo llevarlo a
mi vida?
¿En realidad es posible amar?, desde luego que
sí, pero necesito de Dios para lograrlo: en Dios y con Dios, amo también a la
persona que no me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo
a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en
comunión de voluntad, llegando a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a
mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la
perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo.
Este truco le funciono a
Francisco de Asís en el tan famoso beso al leproso: El Encuentro íntimo con la
persona viviente y operante de Cristo nos permite poder reconocer el rostro de
Cristo en nuestro prójimo, en nuestro amigo y en el que nos complica la vida.
Al descubrir que es el
amor, podremos entender la frase de Mt. 9,13:
“Misericordia quiero y no sacrificio”.
Así que si queremos
experimentar el verdadero amor y transmitir el verdadero amor a nuestra esposa,
a nuestros hijos, a nuestra familia, a nuestros hermanos y en general a nuestro
prójimo, tenemos que fortalecer nuestra relación con Dios, nuestra experiencia
de Dios; enseñar y transmitir el amor con el que Dios nos ama es la respuesta y
la solución de los problemas del mundo de Hoy. Asumamos el reto de volver cada
día de nuestra vida, una respuesta al amor que hemos recibido de Dios, Hagamos
todo por amor y con amor, lo demás vendrá por añadidura.
Que Nuestro Señor nos
conceda Su paz.
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