Miguel Villela OFS Honduras
¿A que he sido llamado?(Isaías 42,6)
Yo, Yavé, te he llamado para cumplir mi justicia, te he formado y tomado de la mano, te he
destinado para que unas a mi pueblo y seas luz para todas las naciones.
(Evangelio según San Mateo 9,9)
Jesús, al irse de allí, vio a un hombre llamado Mateo en su puesto de cobrador de impuestos, y
le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó y lo siguió.
(Evangelio según San Mateo 22,14)
Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos.»
Dios nos llama a cada uno de sus hijos y nos llama por nuestro nombre, y nos llama para
confiarnos un servicio, una tarea, Dios quiere que aprendamos a servirle con alegría, que
vayamos al instante cuando él nos llama y como él responde cunado nosotros lo llamamos.
El Cristiano de hoy, el franciscano de hoy está llamado a ser luz y sal de la tierra, a ser agentes
de cambio, a renovar nuestra mentalidad, hoy el Señor requiere como nunca de un si
desprendido, de un si desinteresado, de un si comprometido porque el como buen sembrador
sigue sembrando pero cada vez los trabajadores son menos, cada vez los trabajadores llegan a
última hora esperando el mismo sueldo.
Y nosotros los católicos, los franciscanos donde estamos cuando la iglesia se está cayendo,
cuando el desánimo nos gobierna, cuando la falta de compromiso es más grande que nuestro
amor a Dios.
Jesús no se cansa de decir Sígueme, Jesús no se cansa de decir Samuel, Samuel, Jesús no
secansa de gritar en búsqueda de la oveja perdida, Jesús no se cansa de esperar el regreso del
hijo prodigo, Jesús no se cansa de morir por nosotros en la cruz, si Jesús no se cansa de
hablarnos y de decirnos cuál es su voluntad, que es lo que quiere de nosotros, Jesús no se cansa
de ver franciscanos los terceros domingos, lo triste es que nosotros si nos cansamos de
entregarle nuestras vidas, nosotros si nos cansamos de decirle que sí, nosotros si nos cansamos
de servirle y nosotros si nos cansamos de estar con él.
Mi Señor Jesús, hoy quiero darte gracias porque me has llamado a seguirte a través de las huellas
de Francisco, tu amigo, tu enamorado, tu siervo fiel, tu compañero.
En tus manos Señor te entrego mi vida, mi servicio, mi energía, mi entusiasmo, mi trabajo, se
Señor que muchas veces no he atendido tu llamado, se Señor que muchas veces no he abierto
cuando tu tocas, se Señor que muchas veces tú me has buscado y yo no he estado.
Si Señor, hoy quiero desnudarme ante ti, hoy quiero ser un hermano o hermana menor, quiero
serte fiel Señor, quiero portar mi habito en cada momento Señor, no solo el tercer domingo Señor,
yo quiero con tu gracia y con tu amor ser franciscano de por vida Señor, estar siempre ahí junto a
ti, junto a María y junto a Francisco, ayúdame a reencontrarme con mi vocación, con el deseo de
servirte y de servir a mis hermanos, a mi iglesia, enséñame a decir si cuando quiero decir no, a estar ahí cuando mi mente me pide no estar, a ayudar cuando mis manos y mi cuerpo quieren descansar.
Renueva Señor ese momento de mi profesión, recuérdame porque me llamaste para ser
franciscano, recuérdame eso que viste en mí Señor, dame la fuerza en medio de mi cansancio, en
medio de mi desgane, en medio de mi desanimo, dame la fuerza Señor, para retomar mi vida de
oración, para reparar tu iglesia Señor con mis manos, con mi trabajo, con mi servicio y con mi
testimonio Señor.
Soy Franciscano Señor, sí, soy franciscano porque tú me has llamado a seguir las huellas de
Francisco Señor, tú me pides que aprenda con mi vida a pasar de la vida al evangelio y del
evangelio a la vida Señor.
Guíame Señor para que este año pueda dar pasos más firmes Señor, que este año ayude a
fortalecer mi fraternidad Señor, ya no quiero ser uno más, quiero ser verdadera sal, verdadera luz,
verdadero testigo de tu amor y de tu misericordia Señor, dame la fuerza, la constancia, la
perseverancia para recibir con agrado y realizar las tareas que en mi fraternidad se me confíen
Señor, quiero ser verdaderamente un hermano, una hermana dentro de mi fraternidad Señor,
quiero ser un franciscano, un a franciscana dentro de tu iglesia Señor.
Te amo Señor, te doy gracias y deseo hacer tu voluntad, gracias Señor por tu amor, gracias por
haberme llamado, gracias por confiar en mí, gracias porque sé que me amas y gracias porque
siempre estás conmigo.
Bendice Señor, protege Señor a mi fraternidad, escucha las necesidades de cada uno de mis
hermanos, de mis hermanas, guía nuestras vidas y permite que de la mano de María y de
Francisco podamos cada día acercarnos más a ti Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario